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lunes, 19 de diciembre de 2011

CAMBIO DE RUMBO, ¿CAMBIO DE ACTITUD?

Esta tarde he estado ojeando mi feisbu y me ha llamado la atención los numerosos comentarios que un amigo ha realizado, todos ellos referidos al discurso de investidura de Rajoy, el sexto presidente de la democracia española. Todo, absolutamente todo, eran críticas a las propuestas del futuro presidente. He de decir que el tal amigo es un acérrimo militante del PSOE, y por tanto -en estos momentos- pasa a engrosar la oposición.

He de decir, también, que no soy seguidor ni comulgo con el PP, pero ya que estamos en una democracia y en contra de lo que hace una dictadura, hay que respetar la decisión soberana del pueblo; por tanto, hay que respetar que quienes gobiernen en este país no sean de tu agrado. Además, soy un convencido de que estas últimas elecciones no las ha ganado el PP, sino que las ha perdido el PSOE.

La "oposición", es la palabreja que describe fielmente la misión de lo que hace un partido político que no ha ganado las elecciones. Porque es difícil recordar las veces en que esos grupos políticos no se oponen a las propuestas del partido gobernante. Se pueden contar con los dedos de una mano y, hasta diría que en esas escasas coincidencias se incluyen los sueldos, dietas, complementos, jubilaciones, etc. de ellos mismos. Por lo demás, todo es oponerse, todo es decir "no" por norma.

Es cierto que son visiones distintas de la vida, filosofías no compatibles en muchos casos, pero no es menos cierto que la intransigencia está casi siempre presente en las discusiones  que tan bien dominan nuestros políticos. Este circuíto es el normal: 1.- el partido mayoritario propone, 2.- la oposición argumenta en contra, 3.- el partido mayoritario no escucha, 4.- la oposición se indigna, 5.- se vota y 6.- gana la votación el partido mayoritario. Exactamente igual ocurre cuando quien propone es un partido minoritario, salvo que en esta ocasión el partido en el gobierno hace el papel de la oposición.

Va siendo hora de olvidarse de los dichos populares que acuñan los políticos como el de "váyase señor presidente, váyase", porque eso indica que la oposición lo único que hace es oponerse, en vez de aportar. Va siendo hora de olvidarse de los intereses de partido para defender los intereses generales. Va siendo hora de dejar de hacer el mono. Ahora, más que nunca, es necesario.


miércoles, 14 de diciembre de 2011

EL PAÍS DE LA PREPOSICIÓN DE


Hace uno o dos días vi un capítulo de los documentales "Españoles en el mundo". Una de las protagonistas nos estuvo hablando de la universidad de Boston, una de las mejores del mundo. Allí, decía la chica, lo único que cuenta a la hora de trabajar es la preparación, y por eso los americanos no escatiman en ahorrar desde que nacen los hijos para costear las prestigiosas universidades del país.

Vamos, igualito que aquí... Y no lo digo precisamente por la gratuidad, que me parece perfecto, sino por las salidas profesionales a las que pueden acceder los licenciados

Aquí ya puedes ser doctor, estar en posesión de varios masters y dominar cinco idiomas, que como no seas hermano de, sobrino de, vecino de, amigo de, cuñado de, paisano de, amigo de un amigo de, amante de, ... en definitiva, que como no tengas la preposición "de" no te comes una rosca.

No siempre es así, pero la gran mayoría de los casos proviene de los políticos; es decir, de aquellos con carné -da igual el color- que con el tiempo y la dedicación al partido se ganan el beneplácito de ser colocados en puestos de alta responsabilidad, muy bien remunerados y con el suficiente poder para favorecer a quienes tengan la suerte de tener la preposición "de".

Como son políticos metidos a empresarios, aplican lo que saben hacer muy bien: yo te doy, tu me das. Eso, traducido al lenguaje empresarial significa: yo te doy una buena colocación y tu me serás fiel hasta la muerte. De esta manera, las estructuras organizativas  se llenan de preposiciones "de", aunque éstas no tengan ni experiencia ni conocimientos de las áreas que se les encomienda.

El barco, las más de las veces, se va a pique. Lógico; pero la oratoria de la que hacen gala los políticos -en eso si que son especialistas- justificará las actuaciones  e incluso plantearán nuevas estrategias que dicen sacará a flote el barco. No deja de ser curioso: hunden el barco y se erigen en salvadores. ¡Tendrán cara!

Y los que saben, los que trabajan, los auténticos técnicos y profesionales a verlas venir. A lo mejor tienen la suerte de encontrar un trabajo de milieurista, pero desde luego le será difícil trabajar en puestos de cierta responsabilidad, porque esos están ocupados por las preposiciones "de".

En fin, este país, en vez de España debería llamarse "Despaña", en honor a la preposición "de".
Curiosa imagen encontrada en internet, fiel reflejo de nuestra despaña

viernes, 9 de diciembre de 2011

TERRORISMO ECONÓMICO

Echo de menos a nuestro gran Berlanga mostrándonos a la sociedad del siglo 21. Y es que no es para menos, después de la cantidad de casos de corrupción que se han destapado y los que seguro siguen ocultos. Al recordar los conocidos casos de la época felipista y la de Aznar, no puedo por menos que preguntarme que cómo es posible olvidar tan fácilmente y tan rápidamente. Seguramente, pienso, porque es más productivo callar las faltas del vecino para que no destapen las tuyas, o al menos darle una mínima importancia.

Valencia, Baleares, Pepe Blanco, ahora un miembro de la Casa Real, ... y banqueros que cobran una millonada "dirigiendo" cajas y bancos en pérdidas o en quiebra. ¿Cómo es posible que la sociedad permita estas situaciones? ¿Es que somos ciegos? ¿Cuantos miles de millones nos cuesta la broma?

Y, aún peor, la nula intervención de quienes tienen el poder de intervenir y arreglar el asunto. Se habla de que el fraude fiscal podría solucionar la crisis -dicen que el fraude está en torno a los 70 mil millones anuales-. ¿Acaso estamos esperando a caernos por el precipicio? A lo mejor, como somos tan drásticos, queremos aplicar el dicho de "levántate y anda" o a lo mejor descubrimos cosas que no es deseable que conozcamos.

Para luchar contra el terrorismo no se escatimaron recursos tanto humanos como materiales. Los resultados ahí están: grupos terroristas desaparecidos y una ETA que parece haber sido extinguida.

Parece que cuando se quiere se puede; entonces, ¿qué motivos impiden que se multipliquen los medios para luchar contra la corrupción y el fraude? ¿Acaso lo que ocurre en nuestro país no es terrorismo económico?... ¡pais este!

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Lo que no se comunica en Twitter no existe

Esta mañana, en una de mis innumerables salidas a una ferretería para comprar la enésima pieza que falta en cualquier reparación casera que te propongas realizar, escuché en la radio a Rosa Díez -para mí la gran triunfadora de las últimas elecciones-. No recuerdo la pregunta que le formuló el contertulio, pero me sorprendió la respuesta de Rosa Díez; fué algo así como "sí, sí, si se ha hecho, lo que pasa es que no lo hemos publicado en el twitter todavía"... Vamos, vino a decir algo así como que lo que no se comunique en el twitter no existe.

Es sorprendente lo que el efecto multiplicador, aplicado a la web es capaz de conseguir. Sólo hay que ver los números y comparar. Por ejemplo, el diario "El País" tiene una tirada de unos 475.000 ejemplares, la mayor de los medios escritos españoles (referido a diarios).
¿No parece una ridiculez con relación a la difusión que puede tener cualquier nota que se emita en la web?

Aún así, abrir el periódico, leerlo mientras desayunas, rellenar el crucigrama o el sudoku, ... tiene su encanto. Como yo digo, hay quien prefiere la lectura de sobaquillo a la lectura virtual.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Premios Onda y la EGM o cómo premiar a todos

No nos preocupa mucho eso de los premios, especialmente después de que se haya premiado a Jorge Javier. Tampoco los resultados del EGM (Estudio General de Medios), especialmente porque los medios impresos, por ejemplo, suelen recurrir a fórmulas nada claras para hacer ver que venden más periódicos. Nos da igual e incluso podemos entender la popularidad de Jorge Javier o podemos aceptar los números que da la EGM. Lo verdaderamente curioso es cómo los medios interpretan los hechos: todos, absolutamente todos, ganan. Aunque esto ya lo sabíamos de sobra, lo he podido corroborar hace un par de días yendo de emisora en emisora de radio. Todos alardeaban de ser los mejores; unos en número global de oyentes, otros en oyentes a una determinada hora, otros en espacios deportivos, otros en vaya usted a saber en qué, ...
no había ni un solo perdedor. Son las técnicas de la comunicación: hacernos creer a todos lo que el emisor quiere. No sabemos si llamarlo manipulación de la información o cómo usarla inteligentemente.